El San Pedro, también conocido como huachuma, es un cactus grande, delgado y con forma de columna que crece en la cordillera de los Andes, en Sudamérica. El ingrediente psicodélico activo del San Pedro es la mescalina. Tradicionalmente, el San Pedro se consume solo o en ceremonia con otras plantas en un brebaje tradicional llamado cimora. Cuando se toma solo, el San Pedro puede tragarse en forma de polvo o mezclarse con agua para crear un té.
¿Cómo es la experiencia del San Pedro?
Tras consumir San Pedro, los efectos psicodélicos comienzan en 15-40 minutos. Los participantes pueden sentir hormigueos, así como algunas náuseas o mareos al principio del viaje. El punto álgido de la experiencia suele incluir efectos visuales intensos y coloridos, sinestesia, distorsiones de la conciencia espacial y experiencias extracorpóreas. Se puede tardar hasta tres horas en alcanzar el punto álgido de la sesión, y los efectos se dejan sentir hasta 10 horas en total. El San Pedro es un empatógeno, como la MDMA, lo que significa que crea una fuerte sensación de empatía, conexión emocional, asombro y admiración.
Breve historia del San Pedro
Varios grupos indígenas de Sudamérica, y en particular de Perú, han utilizado el San Pedro en ceremonias religiosas y espirituales durante al menos 3.000 años(Rudgley, 1998). Una de las primeras representaciones visuales del San Pedro es una talla de la cultura Chavín (c.1400-400 a.C.), situada en un antiguo templo del altiplano peruano. Cuando los misioneros europeos llegaron a América, percibieron el San Pedro de forma negativa y desaconsejaron su uso. Sin embargo, a pesar de la persecución, la planta no ha perdido su condición de enteógeno sagrado. En los últimos años ha resurgido su popularidad, y en la actualidad hay muchos centros de retiro y organizaciones que ofrecen ceremonias de San Pedro en Sudamérica.
Seguridad del San Pedro
Aunque las investigaciones a largo plazo son limitadas, la mescalina (el principal ingrediente psicoactivo del San Pedro) parece ser relativamente segura. No se conocen casos de sobredosis letal de mescalina, y aún no se ha identificado una dosis letal. En dosis muy altas, sin embargo, los efectos adversos pueden incluir hiperreflexia, taquicardia, agitación, rigidez muscular, ataxia, convulsiones, midriasis, sialorrea, hipertermia y parestesia(Dinis-Oliveira, Pereira, Dias de Silva, 2019). Algunos efectos adversos parecen estar limitados a la mescalina de origen natural, como la que se encuentra en San Pedro. Un estudio examinó el uso de cactus que contienen mescalina en un contexto ceremonial entre las poblaciones nativas americanas y no encontró efectos adversos(Halpern et al., 2005). En estudios con dosis extremadamente altas administradas a ratas de laboratorio, se encontraron indicios de alteraciones en la resolución de problemas y la memoria, pero las dosis del estudio superaban con creces cualquier dosis conocida en humanos(Koupilová, Henrink y Krs, 1999). Se han establecido vínculos entre la mescalina y las anomalías fetales, por lo que las mujeres embarazadas o en periodo de lactancia deben evitar el San Pedro(Meyer, 2011). El San Pedro no debe ser consumido por personas que padezcan afecciones cardiacas o hipertensión crónica. El San Pedro no debe mezclarse con otros medicamentos o sustancias, especialmente medicamentos para la hipertensión, alcohol, tramadol, inmunomoduladores y estimulantes (por ejemplo, anfetaminas o cocaína). Al ingerir San Pedro, sigue siempre las recomendaciones básicas de seguridad psicodélica, incluida la atención al set, el entorno y el acompañante. Consulta la guía de seguridad general de PEx.
Ciencia del San Pedro
Farmacología
El componente psicoactivo activo del San Pedro(huachuma) es la mescalina natural. La mescalina tiene una estructura de fenetilamina. Como fenetilamina, es similar a la MDMA, pero pertenece a una clase distinta de las triptaminas, como el LSD, el DMT y la psilocibina. Sin embargo, como la mayoría de los psicodélicos, la mescalina actúa sobre el sistema serotoninérgico del cerebro, en particular sobre los receptores de serotonina 2A. Además de interactuar con los receptores de serotonina, la mescalina activa el sistema dopaminérgico del cerebro y se une a los receptores de dopamina.
Uso terapéutico
En comparación con otros psicodélicos, los estudios sobre el potencial terapéutico del San Pedro siguen siendo limitados. Hay muchos relatos anecdóticos de experiencias que han cambiado la vida con el San Pedro, pero por el momento se han realizado pocas investigaciones formales. Sin embargo, hay algunas pruebas de que la mescalina, el ingrediente activo del San Pedro, aumenta la actividad y el flujo sanguíneo en el córtex prefrontal del cerebro. Los niveles bajos de actividad en la corteza prefrontal están relacionados con la ansiedad y la depresión, lo que sugiere que la mescalina puede ser útil en el tratamiento de ciertos trastornos mentales, en particular los trastornos del estado de ánimo. Las interacciones de la mescalina con los receptores de serotonina y dopamina implican que puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y tratar la depresión. En las culturas tradicionales mesoamericanas, los cactus de origen vegetal, como el San Pedro, se utilizaban para tratar la depresión(Horgan, 2009). Su similitud farmacológica con la MDMA también sugiere un posible uso en el tratamiento del TEPT.