ADVERTENCIA DE AVISO: En los últimos años han aparecido sustitutos comunes de la MDMA, como la PMA/PMMA (“Muerte”). Estas sustancias son altamente tóxicas, extremadamente peligrosas y conducen fácilmente a la muerte. Se recomienda encarecidamente evitarlas.
¿Qué es la MDMA?
La MDMA es una sustancia sintética que altera el estado de ánimo y la percepción. La MDMA también se conoce como éxtasis o Molly. El apodo popular Molly, que en argot significa molecular, suele referirse a la forma en polvo supuestamente “pura” de la MDMA. La MDMA no está clasificada como un psicodélico en el sentido científico estricto, pero a menudo se agrupa junto a los psicodélicos por sus propiedades terapéuticas y su potencial para el trabajo interior profundo.
¿Cómo es la experiencia con la MDMA?
La MDMA puede consumirse en forma de cápsulas o pastillas, tragarse en forma líquida o esnifarse en forma de polvo. Los efectos de la MDMA duran entre tres y seis horas. La MDMA puede producir efectos estimulantes como un aumento de la energía y de la libido. Sus fuertes efectos sobre el estado de ánimo incluyen sentimientos de tranquilidad, aceptación y empatía.
Breve historia de la MDMA
La MDMA fue sintetizada inicialmente por una empresa alemana en 1912 y se utilizó por primera vez en psicoterapia en la década de 1970. Recientemente, la FDA otorgó a la psicoterapia asistida con MDMA para el TEPT la designación de “Terapia Innovadora”. En la actualidad, muchos investigadores siguen estudiando el valor de la MDMA en psicoterapia, especialmente para tratar el TEPT y como parte de la terapia de pareja.
Seguridad de la MDMA
La MDMA no está clasificada formalmente como un psicodélico, e interactúa con sistemas neurológicos diferentes en comparación con los psicodélicos. Como tal, requiere una atención especial en cuanto a consideraciones de seguridad. El consumo de MDMA conlleva riesgos físicos y psicológicos.
Seguridad física
Fisiológicamente, pueden producirse numerosos efectos adversos tras la ingestión de MDMA, incluso a dosis bajas. Entre ellos se incluyen aumento de la presión sanguínea, náuseas, aumento del ritmo cardíaco, apretamiento de la mandíbula, escalofríos, sudoración, temblores, sofocos de calor y frío, apretamiento de la mandíbula, urgencia urinaria, hiperreflexia, nistagmo (movimientos oculares repetitivos e incontrolados) e insomnio.
Cuando se consumen dosis más altas de MDMA, los efectos descritos anteriormente pueden intensificarse y llegar a ser graves. Las sobredosis de MDMA pueden provocar la muerte, y hay muchos casos registrados de sobredosis mortales (Rigg y Sharp, 2017). La MDMA también puede desencadenar el síndrome serotoninérgico, que provoca convulsiones, rigidez muscular y otros síntomas graves.
